domingo, 20 de octubre de 2013

Estío - Juana de Ibarbourou

Cantar del agua del río.
Cantar continuo y sonoro,
arriba bosque sombrío
y abajo arenas de oro.

Cantar...
de alondra escondida
entre el oscuro pinar.

Cantar...
del viento en las ramas
floridas del retamar.

Cantar...
de abejas ante el repleto
tesoro del colmenar.

Cantar...
de la joven tahonera
que al río viene a lavar.

Y cantar, cantar, cantar
de mi alma embriagada y loca
bajo la lumbre solar.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Conversando - Evaristo Carriego

El libro sin abrir y el vaso lleno.
-Con esto, para mí, nada hay ausente-.
Podemos conversar tranquilamente:
la excelencia del vino me hace bueno.

Hermano, ya lo ves, ni una exigencia
me reprocha la vida..., así me agrada;
de lo demás no quiero saber nada...
Practico una virtud: la indiferencia.

Me disgusta tener preocupaciones
que hayan de conmoverme. En mis rincones
vivo la vida a la manera eximia

del que es feliz, porque en verdad te digo:
la esposa del señor de la vendimia
se ha fugado conmigo...

miércoles, 25 de mayo de 2011

Poema en Línea Recta (Fernando Pessoa)

Nunca he conocido a nadie a quien le hayan roto la cara.
Todos mis conocidos han sido campeones en todo.
Y yo, tantas veces despreciable, tantas veces puerco, tantas veces vil,
yo, tantas veces irrefutablemente parásito,
imperdonablemente sucio,
yo, que tantas veces no he tenido paciencia para bañarme,
yo, que tantas veces he sido ridículo, absurdo,
que he tropezado públicamente en las alfombras de las ceremonias,
que he sido grotesco, mezquino, sumiso y arrogante,
que he sufrido ofensas y me he callado,
que cuando no me he callado, he sido más ridículo todavía;
yo, que les he parecido cómico a las camareras de hotel,
yo, que he sentido el guiño de ojos entre los estibadores,
yo, que he hecho macanas financieras y he pedido prestado sin pagar,
yo, que cuando llegó la hora de las peleas, me he agachado
fuera del alcance las bofetadas;
yo, que he sufrido la angustia de las pequeñas cosas ridículas,
verifico de que en esto no tengo par en este mundo.

Toda la gente que conozco y que habla conmigo
nunca hizo nada ridículo, nunca fue insultada,
nunca fue sino príncipe - todos ellos príncipes - en la vida...

Quién pudiese oír de alguien la voz humana
que confesase no un pecado, sino una infamia;
que contase, no una violencia, sino una cobardía!
No, son todos el Ideal, si los oigo y me hablan.

¿Quién hay en este ancho mundo que me confiese que una vez fue vil?
¡Oh príncipes, hermanos míos,

basta, estoy harto de semidioses!
¿Dónde es que está la gente en este mundo?

¿Seré yo el único ser vil y equivocado de la tierra?

Podrán no haberles amado las mujeres,
pueden haber sido traicionados; pero ridículos, ¡nunca!
Y yo, que he sido ridículo sin ser traicionado,
¿cómo puedo hablar con esos superiores míos sin titubear?
Yo, que he sido vil, literalmente vil,
vil en el sentido mezquino e infame de la vileza.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Una sorpresa (Evaristo Carriego)

Hoy recibí tu carta. La he leído
con asombro, pues dices que regresas,
y aún de la sorpresa no he salido...
¡Hace tanto que vivo sin sorpresas!

«Que por fin vas a verme..., que tan larga
fue la separación...» Te lo aconsejo,
no vengas, sufrirías una amarga
desilusión: me encontrarías viejo.

Y como un viejo, ahora, me he llamado
a quietud, y a excepción -¡siempre el pasado!
de uno que otro recuerdo que en la frente

me pone alguna arruga de tristeza,
no me puedo quejar: tranquilamente
fumo mi pipa y bebo mi cerveza.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Soneto XVI (Garcilaso de la Vega)

No las francesas armas odïosas,
en contra puestas del airado pecho,
ni en los guardados muros con pertecho
los tiros y saetas ponzoñosas;

no las escaramuzas peligrosas,
ni aquel fiero rüido contrahecho
de aquel que para Júpiter fue hecho,
por manos de Vulcano artificiosas,

pudieron, aunque más yo me ofrecía
a los peligros de la dura guerra,
quitar una hora sola de mi hado.

Mas infición del aire en sólo un día
me quitó el mundo, y me ha en ti sepultado,
Parténope, tan lejos de mi tierra.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Termópilas (Constantinos Kavafis - 1903)

Honor a aquellos que en la vida
han encontrado y defienden sus Termópilas
Sin jamás faltar al deber
justos y rectos en su ley
y aún así piadosos y compasivos;
generosos cuando ricos
y cuando pobres, aunque menos,
también generosos,
ayudando cuanto pueden,
siempre hablando con la verdad,
mas sin odio hacia los que mienten.

Y más honor se les debe
cuando avizoran (y muchos lo hacen)
que Efialtes al fin ha de aparecer
y que a pesar de todo, los Persas pasarán.

(Traducción propia del inglés)

domingo, 27 de septiembre de 2009

Donde habite el olvido (Luis Cernuda)

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

viernes, 10 de julio de 2009

Fosas Comunes (Joaquín Sabina)

No es lo mismo el ejército que la gente,
aunque, quien más quien menos, todos mataron
al rojo, al facha, al primo de los de enfrente,
fue más cruel el terror de los que ganaron.

Declararon rebelde lo más decente,
purgaron a los tibios y fusilaron
al pedagogo, al ácrata, al inocente
que defendió las leyes que profanaron.

Tantos años después siguen discutiendo
quién era el malo, el bueno, el noble, el tirano,
el Judas, el Caifás, el samaritano
quién pierde cuando gana y gana perdiendo.

Los hijos y los nietos de la sangría
hartos de tanto valle de los caídos
en vez de odiar soñamos que llegue el día
de rescatar la honra contra el olvido.

Se pide la memoria, no la venganza,
la historia, no el garrote para el impune,
aquí no hay más Quijote que Sancho Panza,
y quedan demasiadas fosas comunes.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Defender la Alegría (Mario Benedetti)

a trini

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegía como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

viernes, 8 de mayo de 2009

The Past (Ralph Waldo Emerson)

El Pasado
La deuda está saldada,
El veredicto dicho,
Las furias aplacadas,
La peste está detenida.
Los destinos hechos;
Gira la llave y traba la puerta,
Dulce es la muerte para siempre.
Ni elevadas esperanzas, ni antiguos disgustos,
Ni odios mortales, pueden ingresar.
Todo está allí ahora seguro e inalterable;
Ni los dioses pueden sacudir el Pasado;
Es vano correr a la puerta adamantina
Clausurada para siempre.
Nadie puede volver a entrar,
Ni un ladrón muy atildado,
Ni Satán con un truco espléndido
Pueden filtrarse por la ventana, fisura o agujero,
Para anudar o desatar, agregar lo que faltaba,
Insertar una página, fraguar un nombre,
Mejorar o terminar lo que está sellado,
Alterar o enmendar un hecho eterno.

The Past

The debt is paid,
The verdict said,
The Furies laid,
The plague is stayed.
All fortunes made;
Turn the key and bolt the door,
Sweet is death forevermore.
Nor haughty hope, nor swart chagrin,
Nor murdering hate, can enter in.
All is now secure and fast;
Not the gods can shake the Past;
Flies-to the adamantine door
Bolted down forevermore.
None can reënter there,—
No thief so politic,
No Satan with a royal trick
Steal in by window, chink, or hole,
To bind or unbind, add what lacked,
Insert a leaf, or forge a name,
New-face or finish what is packed,
Alter or mend eternal Fact.

sábado, 31 de enero de 2009

Deseo (Luis Cernuda)

Por el campo tranquilo de septiembre,
del álamo amarillo alguna hoja,
como una estrella rota,
girando al suelo viene.

Si así el alma inconsciente,
Señor de las estrellas y las hojas,
fuese, encendida sombra,
de la vida a la muerte.

viernes, 16 de enero de 2009

Berretín (Juan Carlos Mesa)

Berretín,
de quererte mujer,
de sentir de tu piel
la fragancia a carmín.

Berrtín,
el primer berretín,
del que nunca en la vida
se olvida de ti.

No es amor,
de ese amor tan carnal,
ni es pecado mortal,
es locura,
es sentir,
un capricho apasionado
o un castigo que me han dado
o es nomas un obstinado berretín.

Fue tal vez aquel beso carmín
o el castaño matiz,
de tu bucle en la sien.
Yo no se como puedo querer,
si menos que mañana mas
es siempre que ayer,
no es amor,
de ese amor tonto al fin,
ni es decir por decir
que estoy loco por ti.

Es un raro devaneo,
mas angustia que deseo,
es según lo que yo creo,
un berretín.

Puede ser
que te diga que no,
que es mentira que yo,
te he sabido querer.
Puede ser
que otros amen igual,
pero mas te lo juro
ninguno jamás.

Di que no, pero piensa que si,
que lo nuestro nació
pero no ha de morir,
porque mas que vanidoso,
mas que dulce y ardoroso,
es un simple.
pero hermoso berretín

lunes, 12 de enero de 2009

Obsequio de Bodas (Martín Goycoechea Menéndez)

La secular pobreza que asedia a los poetas
hace que sólo ofrezca un ramo de violetas
vuestra grácil novia, pues en cuestión de amores
una epopeya ha sido siempre un ramo de flores.

Vuestra novia es graciosa y muy dulce y muy bella;
lo galante sería ofrendarle una estrella
o un cordero blanco con grandes moños rosas,
o sobre una azucena un par de mariposas.

Y en su defecto, fuera un obsequio cumplido
dos tórtolas albísimas sobre el plumón de un nido,
mas, como enviaros eso no puedo, por mis penas,

aunque haya mariposas, estrellas y azucenas,
luciendo una sonrisa, va el ramo de violetas
como la pobre ofrenda que usamos los poetas.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Los Ladrones (Raúl González Tuñón)

Ven a verlos por la mañana
con la gorra hasta las orejas.
Han desvalijado a las viejas
del Asilo de las Hermanas.

Dilapidarán sus dineros
con mujeres y malandrinos
en pocilgas y merenderos,
en milongas y clandestinos.

Oirán un tango de Pracánico
y en lo del pena ole con ole
mientras sueña con Rocambole
las muchachas en el Botánico.

Del parque Goal el payador
humedecerá sus mejillas
cantando sombrías coplillas
de sangre, de muerte y de amor.

A la noche con la mamúa
irán de pura recalada
a besar la crencha engrasada
que cantó Carlos de la Púa.

Y son humanos, inhumanos,
fatalistas, sentimentales,
inocentes como animales
y canallas como cristianos.

Ninguna angustia los desgarra
cada cual vive como quiere.
Cuando la madre se les muere
le ponen luto a la guitarra.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Elegía para mí y para tí (José Angel Buesa)

Yo seguiré soñando mientras pasa la vida,
y tú te irás borrando lentamente de mi sueño.
Un año y otro año caerán como hojas secas
de las ramas del árbol milenario del tiempo,
y tu sonrisa, llena de claridad de aurora,
se alejará en la sombra creciente del recuerdo.

Yo seguiré soñando mientras pasa la vida,
y quizá, poco a poco, dejaré de hacer versos,
bajo el vulgar agobio de la rutina diaria,
de las desilusiones y los aburrimientos.
Tú, que nunca soñaste mas que cosas posibles,
dejarás, poco a poco, de mirarte al espejo.

Acaso nos veremos un día, casualmente,
al cruzar una calle, y nos saludaremos.
Yo pensaré quizá: "Qué linda es todavía."
Tú quizá pensarás: "Se está poniendo viejo"
Tú irás sola, o con otro. Yo iré solo o con otra.
o tú irás con un hijo que debiera ser nuestro.

Y seguirá muriendo la vida, año tras año,
igual que un río oscuro que corre hacia el silencio.
Un amigo, algún día, me dirá que te ha visto,
o una canción de entonces me traerá tu recuerdo.
Y en estas noches tristes de quietud y de estrellas,
pensaré en ti un instante, pero cada vez menos....

Y pasará la vida. Yo seguiré soñando;
pero ya no habrá un nombre de mujer en mi sueño.
Yo ya te habré olvidado definitivamente
y sobre mis rodillas retozarán mis nietos.
(Y quizá, para entonces, al cruzar una calle,
nos vimos frente a frente, ya sin reconocernos.

Y una tarde de sol me cubrirán de tierra,
las manos para siempre cruzadas sobre el pecho.
Tú, con los ojos tristes y los cabellos blancos,
te pasarás las horas bostezando y tejiendo.
Y cada primavera renacerán las rosas,
aunque ya tú estés vieja, y aunque yo me haya muerto.

jueves, 28 de agosto de 2008

Manuscrito hallado en un libro de Joseph Conrad (J. L. Borges)

En las trémulas tierras que exhalan el verano,
el día es invisible de puro blanco. El día
es una estría cruel en una celosía,
un fulgor en las costas y una fiebre en el llano.

Pero la antigua noche es honda como un jarro
de agua cóncava. El agua se abre a infinitas huellas,
y en ociosas canoas, de cara a las estrellas,
el hombre mide el vago tiempo con el cigarro.

El humo desdibuja gris las constelaciones
remotas. Lo inmediato pierde prehistoria y nombre.
El mundo es unas cuantas tiernas imprecisiones.
El río, el primer río. El hombre, el primer hombre

jueves, 14 de agosto de 2008

Siga el Corso (Tango de García Jiménez y Aieta)

Esa colombina
puso en sus ojeras
humo de la hoguera
de su corazón.
Aquella marquesa
de la risa loca
se pintó la boca
por besar a un clown...
Cruza del palco hasta el coche
la serpentina nerviosa y fina
como un pintoresco broche,
sobre la noche del carnaval.

Decíme quien sos vos,
decíme donde vas.
Alegre mascarita,
que me gritas al pasar:
"¿Qué hacés?¿me conocés?"
"adiós... adiós... adiós..."
"Yo soy la misteriosa mujercita que buscás".

Sacáte el antifaz,
te quiero conocer;
tus ojos por el corso,
van buscando mi ansiedad.
Tu risa me hace mal,.
mostráte como sos
detrás de tus desvíos,
todo el año es carnaval...

Corso de la burla
suena la corneta
de una pizpireta
dama de organdí...
Y entre grito y risa,
linda maragata
jura que la mata
la pasión por mí;
tras de los chuscos carteles
cruzan los fieles
del dios jocundo
y le van prendiendo al mundo
sus cascabeles el carnaval.

Decíme quien sos vos, decíme donde vas
Alegre mascarita, que me gritas al pasar:
"¿Qué hacés?¿me conocés?"
"adiós... adiós... adiós..."
"Yo soy la misteriosa mujercita que buscás".
Sacáte el antifaz; te quiero conocer
tus ojos por el corso, van buscando mi ansiedad...
Tu risa me hace mal, mostráte como sos;
detrás de tus desvíos, todo el año es carnaval.

lunes, 14 de julio de 2008

Como tú (Leon Felipe)

Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...

lunes, 12 de mayo de 2008

Llorar a lágrima viva (Oliverio Girondo)

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

lunes, 28 de abril de 2008

Mediterráneo (Eugenio Montale)

Antiguo, estoy embriagado por la voz
que brota de tus bocas cuando se abren
como verdes campanas y se repelen
hacia atrás, disolviéndose.
La casa de mis veranos juveniles
-lo sabes- estaba a tu lado
allá en la tierra donde el sol calcina
y oscurecen el aire los mosquitos.
Hoy como entonces ante ti permanezco
inmóvil, mar, mas no me creo
digno ya de la solemne admonición
de tu aliento. Me dijiste primero
que el pequeño fermento
de mi corazón no era sino un instante
del tuyo, que en el fondo de mí
estaba tu arriesgada ley: ser enorme y diverso
y fijo al mismo tiempo,
para librarme así de toda suciedad,
como tú cuando arrojas a tus playas
entre estrellas de mar, corchos y algas
las inútiles sobras de tu abismo.

viernes, 25 de abril de 2008

Olvido (Alfonsina Storni)

Lidia Rosa: hoy es martes y hace frío. En tu casa,
De piedra gris, tú duermes tu sueño en un costado
De la ciudad. ¿Aún guardas tu pecho enamorado,
Ya que de amor moriste? Te diré lo que pasa:

El hombre que adorabas, de grises ojos crueles,
En la tarde de otoño fuma su cigarrillo.
Detrás de los cristales mira el cielo amarillo
Y la calle en que vuelan desteñidos papeles.

Toma un libro, se acerca a la apagada estufa,
En el tomacorriente al sentarse la enchufa
Y sólo se oye un ruido de papel desgarrado.

Las cinco. Tú caías a esta hora en su pecho,
Y acaso te recuerda... Pero su blando lecho
Ya tiene el hueco tibio de otro cuerpo rosado.

miércoles, 16 de abril de 2008

Tendida y desgarrada (Octavio Paz)

Tendida y desgarrada,
a la derecha de mis venas, muda;
en mortales orillas infinita,
inmóvil y serpiente.

Toco tu delirante superficie,
los poros silenciosos, jadeantes,
la circular carrera de tu sangre,
su reiterado golpe, verde y tibio.

Primero es un aliento amanecido,
una oscura presencia de latidos
que recorren tu piel, toda de labios,
resplandeciente tacto de caricias.

El arco de las cejas se hace ojera.
Ay, sed, desgarradora,
horror de heridos ojos
donde mi origen y mi muerte veo,
graves ojos de náufraga
citándome a la espuma,
a la blanca región de los desmayos
en un voraz vacío
que nos hunde en nosotros.

Arrojados a blancas espirales
rozamos nuestro origen,
el vegetal nos llama,
la piedra nos recuerda
y la raíz sedienta
del árbol que creció de nuestro polvo.

Adivino tu rostro entre estas sombras,
el terrible sollozo de tu sexo,
todos tus nacimientos
y la muerte que llevas escondida.
En tus ojos navegan niños, sombras,
relámpagos, mis ojos, el vacío.

jueves, 3 de abril de 2008

Por quién doblan las campanas (Ernest Hemingway)

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. John Donne (1624)

jueves, 27 de marzo de 2008

Lo mejor está por venir (Ray Kroc)

El fundador de Mc Donald's alcanzó su extraordinario éxito pasados los cincuenta años, había tenido varios fracasos comerciales previos y con el tiempo recordaría: "Tenía 52 años, diabetes y artritis incipiente. Había perdido mi vesícula y gran parte de mi tiroides en campañas anteriores, pero estaba convencido de que lo mejor aún estaba por delante"

El Muerto (Vicente Aleixandre)

Bajo la tierra el día
oscurece. Ave rara,
ave arriba en el árbol que cantas para un muerto.
Bajo la tierra duermo
como otra raíz de ese árbol que a solas en mí nutro.
No pesas, árbol poderoso y terrible que emerges a
los aires,
que de mi pecho naces con un verdor urgente
para asomar y abrirse en rientes ramajes
donde un ave ahora canta, vivaz sobre mi pecho.

Hermosa vida clara de un árbol sostenido
sobre la tierra misma que un hombre ha sido un día.
Cuerpo cabal que aún vive, no duerme, nunca duerme.
Hoy vela en árbol lúcido que un sol traspasa ardiendo.

No soy memoria, amigos, ni olvido. Alegre subo,
ligero, rumoroso por un tronco a la vida.
Amigos, olvidadme. Mi copa canta siempre,
ligera, en el espacio, bajo un cielo continuo.

martes, 25 de marzo de 2008

El Balcón (Federico G. Lorca)

Si muero
Dejad el balcón abierto

El niño come naranjas
(Desde mi balcón lo veo)

El segador siega el trigo
(Desde mi balcón lo siento)

Si muero
Dejad el balcón abierto

miércoles, 19 de marzo de 2008

A mi no me den consejos (Tango de Caruso y Canaro - 1930)

Todo el mundo tiene el bien de aconsejarme
como a pibe que ha faltado a sus deberes.
Me aconsejan que debía de cuidarme
y no ven que es suicidarme
renunciar a mis placeres.
Me aconsejan que no gaste, que no chupe,
que no juegue ni una ficha a la ruleta
y que guarde lo que el viejo me dejó;
pero yo quiero el escabio y las pebetas,
¡lo demás son fantasía del poeta Campoamor!

A mí no me den consejos,
¡denme plata, mucha plata!
Quiero derrochar la vida
gozando mi juventud.
A mí no me den consejos,
déjenme de esas macanas,
¡qué me importa del mañana!
Si hoy soy, con plata y salud,
más feliz que bataclana
que ha triunfado en su debut.

Yo conozco más de cuatro que con vento
pretendieron llevar una vida seria.
Los cacharon ahí nomás pal casamiento
y, a pesar de todo el vento,
pasan vida de miseria.
Yo no soy un candidato pal casorio
y me siento muy feliz y acomodado
con los miles que de los viejos heredé.
Y oigan bien : ya me tienen muy cansado
los que dicen que algún día me voy a quedar de a pie.

Antonio Porchia (Voces)

Han dejado de engañarte, no de quererte.
Y te parece que han dejado de quererte.

Algún día (Roberto Juarroz)

Algún día encontraré una palabra
que penetre en tu vientre y lo fecunde,
que se pare en tu seno
como una mano abierta y cerrada al mismo tiempo.

Hallaré una palabra
que detenga tu cuerpo y lo dé vuelta,
que contenga tu cuerpo
y abra tus ojos como un dios sin nubes
y te use tu saliva
y te doble las piernas.
Tú tal vez no la escuches
o tal vez no la comprendas.
No será necesario.
Irá por tu interior como una rueda
recorriéndote al fin de punta a punta,
mujer mía y no mía
y no se detendrá ni cuando mueras.

martes, 18 de marzo de 2008

Soneto LXXXIX (Pablo Neruda - cien sonetos...)

Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:
quiero la luz y el trigo de tus manos amadas
pasar una vez más sobre mí su frescura:
sentir la suavidad que cambió mi destino.

Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,
quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,
que huelas el aroma del mar que amamos juntos
y que sigas pisando la arena que pisamos.

Quiero que lo que amo siga vivo
y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,
por eso sigue tú floreciendo, florida,

para que alcances todo lo que mi amor te ordena,
para que se pasee mi sombra por tu pelo,
para que así conozcan la razón de mi canto.

viernes, 14 de marzo de 2008

Piedra negra sobre una piedra blanca (César Vallejo)

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
talvez un jueves, como es hoy de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y,
jamas como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos…

El Instante (Jorge L. Borges)

¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?

El presente está solo. La memoria
erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.

Entre el alba y la noche hay un abismo
de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados

espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

jueves, 13 de marzo de 2008

Poema 10 (Pablo Neruda - Veinte Poemas de Amor)

Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

martes, 11 de marzo de 2008

El retoque final (Olga Orozco)

Es este aquel que amabas.
A este rostro falaz que burla su modelo en la leyenda,
a estos ojos innobles que miden la ventaja de haber volcado a ciegas tu destino,
a estas manos mezquinas que apuestan a pura tierra su ganancia,
consagraste los años del pesar y de la espera.
Ésta es la imagen real que provocó los bellos espejismos de la ausencia:
corredores sedosos encandilados por la repetición del eco,
por las sucesivas efigies del error;
desvanes hasta el cielo, subsuelos hacia el recuperado paraíso,
cuartos a la deriva, cuartos como de plumas y diamante
en los que te probabas cada noche los soles y las lluvias de tu siempre jamás,
mientras él sonreía, extrañamente inmóvil, absorto en el abrazo de la perduración.
Él estaba en lo alto de cualquier escalera,
él salía por todas las ventanas para el vuelo nupcial,
él te llamaba por tu verdadero nombre.
Construcciones en vilo,
sostenidas apenas por el temblor de un beso en la memoria,
por esas vibraciones con que vuelve un adiós;
cárceles de la dicha, cárceles insensatas que el mismo Piranesi envidiaría.
Basta un soplo de arena, un encuentro de lazos desatados,
una palabra fría como la lija y la sospecha,
y esa urdimbre de lámpara y vapor se desmorona con un crujido de alas,
se disuelve como templo de miel, como pirámide de nieve.
Dulzuras para moscas, ruinas para el enjambre de la profanación.
Querrías incendiar los fantasiosos depósitos de ayer,
romper las maquinarias con que fraguó el recuerdo las trampas para hoy,
el inútil y pérfido disfraz para mañana.
O querrías más bien no haber mirado nunca el alevoso rostro,
no haber visto jamás al que no fue.
Porque sabes que al final de los últimos fulgores, de las últimas nieblas,
habrá de desplegarse, voraz como una plaga, otra vez todavía,
la inevitable cinta de toda tu existencia.
Él pasará otra vez en esa ráfaga de veloces visiones, de días migratorios;
él, con su rostro de antaño, con tu historia inconclusa,
con el amor saqueado bajo la insoportable piel de la mentira, bajo esta quemadura.

Soneto XCIV (Pablo Neruda - Cien Sonetos de Amor)

Si muero sobrevíveme con tanta fuerza pura
que despiertes la furia del pálido y del frío,
de sur a sur levanta tus ojos indelebles,
de sol a sol que suene tu boca de guitarra.

No quiero que vacilen tu risa ni tus pasos,
no quiero que se muera mi herencia de alegría,
no llames a mi pecho, estoy ausente.
Vive en mi ausencia como en una casa.

Es una casa tan grande la ausencia
que pasarás en ella a través de los muros
y colgarás los cuadros en el aire.

Es una casa tan transparente la ausencia
que yo sin vida te veré vivir
y si sufres, mi amor, me moriré otra vez.

lunes, 10 de marzo de 2008

Capricho (Alfonsina Storni)

Sábado fue, y capricho el beso dado,
capricho de varón, audaz y fino,
mas fue dulce el capricho masculino
a este mi corazón, lobezno alado.

No es que crea, no creo, si inclinado
sobre mis manos te sentí divino,
y me embriagué. Comprendo que este vino
no es para mí, mas juega y rueda el dado.

Yo soy esa mujer que vive alerta,
tú el tremendo varón que se despierta
en un torrente que se ensancha en río,

y más se encrespa mientras corre y poda.
Ah, me resisto, mas me tiene toda,
tú, que nunca serás del todo mío

La Enamorada (Alejandra Pizarnik)

ante la lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.

hoy te miraste en el espejo
y te fuiste triste estabas sola
y la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió

enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado

oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú

te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

domingo, 9 de marzo de 2008

Lo que dejé por tí (Rafael Alberti)

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

viernes, 7 de marzo de 2008

El tonto de Rafael (autorretrato burlesco de Rafael Alberti)

Por las calles, ¿quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tonto llovido del cielo,
del limbo, sin un ochavo.
Mal pollito colipavo,
sin plumas, digo, sin pelo.
¡Pío-pic!, pica, y al vuelo
todos le pican a él.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tan campante, sin carrera,
no imperial, sí tomatero,
grillo tomatero, pero
sin tomate en la grillera.
Canario de la fresquera,
no de alcoba o mirabel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Tontaina tonto del higo,
rodando por las esquinas
bolas, bolindres, pamplinas
y pimientos que no digo.
Mas nunca falta un amigo
que le mendigue un clavel.
¿Quién aquél?
¡El tonto de Rafael!
Patos con gafas, en fila,
lo raptarán tontamente
en la berlina inconsciente
de San Jinojito el lila.
¿Qué runrún, qué retahíla
sube el cretino eco fiel?
¡Oh, oh, pero si es aquél
el tonto de Rafael!

jueves, 6 de marzo de 2008

Todo (Charles Bukowski)

los muertos no necesitan
aspirinas o
penas,
supongo

pero parece que necesitan
la lluvia.
tampoco zapatos
pero sí un lugar
sobre el que caminar

tampoco cigarrillos,
nos dicen,
pero sí un lugar
en el que arder

se nos dice:
el espacio y un lugar
donde volar
podrían ser
lo mismo

los muertos no me
necesitan

ni tampoco los
vivos

pero es posible que los muertos se necesiten
los unos
a los otros

en realidad, los muertos podrían necesitar
todas las cosas que nosotros
necesitamos

y nosotros necesitamos tanto,
si al menos supiéramos
de qué
se trata

probablemente
todo

y probablemente
moriremos
intentando conseguirlo

o moriremos

porque
no lo logramos

espero
que entiendas
cuando yo haya muerto

que yo logré
todo
lo
que pude.